lunes, 15 de septiembre de 2008

Investigación Ignacio Gamez
Etapa 2
La mirada de Hilario Freiman


Días después de concretar la entrevista definitiva con Javier Netto, en la cual recabé mucha información y anécdotas acerca de Ignacio, me contacté por correo electrónico con Javier para agradecerle por haberse prestado para ayudarme a reconstruir la historia de Ignacio, y él me aseguró que intentaría contactarse con otros amigos de Ignacio, y llegado el caso me haría saber alguna novedad sobre su paradero o lo que fuera.
Un mes y medio aproximadamente después de realizada la entrevista, a fines de Julio, recibí un correo muy estimulante de Javier, en el cual me contaba que había tenido la oportunidad de hablar con Hilario después de muchos años, y por supuesto charlaron sobre Ignacio entre otras cosas; en ese mismo mail Javier me contó algunas de las cosas que Hilario le había dicho sobre Ignacio (aunque eran bastante pocas), pero como a Hilario le había divertido escuchar sobre la investigación, me dejaba su dirección de correo por si le quería consultar alguna información. Yo debía esperar hasta los primeros días de Agosto a que Hilario regresara de Bariloche, en donde estaba de vacaciones. Así fue que el segundo día del mes lo contacté, y la contestación no se hizo esperar: al día siguiente tenía datos muy interesantes y nueva tela para cortar, aunque tampoco podía decirse que aquella información le diera un giro a la hipótesis del paradero de Ignacio. Entre otras cosas, Hilario me contó que se dedicaba a la publicación de literatura judaica, en una editorial, y le prometí enviarle una copia de la investigación una vez que estuviera terminada a la vez que si él o su mujer se enteraban de algo sobre Ignacio, me lo harían saber. A continuación se encuentra el correo, corregido y seleccionado, para evitar el lenguaje electrónico y las informaciones que no vienen al caso:
[...] Hace tres años que no lo veo a Ignacio. Laureen era un mina potable, la otra con la que había vivido en Chile también, pero la última era totalmente loca. Escribió algo sobre Kant, el filósofo, y parecía asegurar que se comunicaba con Kant, parece que estaba totalmente pirada. Después de que se separase de Ignacio la fui a ver a Laureen a Nueva York, y me contó que Ignacio tenía problemas con el trabajo. Trabajaba por su cuenta y llegó a tener un sólo cliente, un tío de Laureen. No hay forma de contactarse con él, lo último que supe es del viaje que planeaban a Medio Oriente [...]

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