viernes, 10 de octubre de 2008

Si los faroles brillaran, el rostro santo se marchitaría
preso en un octógono de insólita luz,
y todos los muchachos del amor
se cuidarán de perder la gracia.
Los rasgos de sus íntimas tinieblas
están hechos de carne, pero que venga el falso día
y que los labios de ella pierdan sus ajados colores,
que el traje de la momia muestre un antiguo pecho.

Me han dicho que piense con el corazón
pero el corazón, como el cerebro, conduce al desamparo;
me han dicho que piense con el latido,
que cambie el ritmo de la acción cuando el latido se acelere
hasta que en un plano se confundan el campo y los tejados
tan rápido me muevo por desafiar al tiempo, el caballero quieto
cuya barba se agita en el viento de Egipto.

He oído el contar de mucho años
y muchos años tendrían que atestiguar un cambio.

La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo.

jueves, 9 de octubre de 2008

«Desde una perspectiva puramente literaria, ésta es la época de Kafka, más incluso que la de Freud. Freud, siguiendo furtivamente a Shakespeare, nos ofreció el mapa de nuestra mente; Kafka nos insinuó que no esperáramos utilizarlo para salvarnos, ni siquiera de nosotros mismos».
Harold Bloom


Es una certeza el hecho de que pese a que nuestra facultad contenga a las Ciencias de la Comunicación, no somos eficaces al comunicar nuestras consignas políticas como estudiantes, y si se tiene en cuenta que la repercusión pública del asunto es mínima, y más aún que el país enfrenta un panorama donde los casos de superavit fiscal son historia, reciente, pero historia al fin, y si durante esas épocas de superavit estaban las instalaciones en malas condiciones, es difícil pensar en una mejora en estos tiempos, más bien un empeoramiento. Como estudiantes tenemos la necesidad de condiciones edilicias que hagan posible la cursada, por lo que es sumamente importante poder remarcar esto en las consignas, más allá de cursar en Almagro o en Constitución, el foco debe estar en lo primordial y no en lo demás.
Como segunda cuestión, es fundamental tomar real dimensión del asunto y entender que un gobierno que está herido luego del conflicto con el mal llamado “campo” y que hace poco sufrió un paro de docentes en la Provincia de Buenos Aires, de alrededor de 3 millones de adherentes, no nos tiene como primera prioridad y no es inentendible el porqué: al no haber un modelo razonable de país, o al menos uno, es lógico que el estado no se quiera responsabilizar e interesar por nosotros, los estudiantes de Ciencias Sociales de la universidad pública, ya que no le somos funcionales al modelo; el que no entienda que la educación que recibimos la pagamos luego aportando en la construcción de una mejor sociedad, se está perdiendo un capítulo importante; y en la hipermodernidad individualista actual, nadie se molesta en explicárnoslo, mucho menos en articular nuestros estudios con un desempeño laboral posterior a favor de la comunidad en su conjunto. Lo que se deriva es la nula conciencia social entre los estudiantes.
Y estas dos grandes cuestiones de coyuntura, tanto de la forma en la cual comunicamos nuestro reclamo, y de la situación del gobierno que es nuestro financista, nos llevan a una tercera: la gran ensalada del reclamo.
Vamos por partes:
1º: Se mezcla el reclamo de los docentes con el reclamo del edificio, algo inaceptable, a menos que desvirtuemos la cuestión. Teniendo en cuenta que la cuestión de los docentes ad-honorem es un característica estructural de nuestra facultada desde su creación, y estimando que el plantel ad-honorem siempre representó a un 80% de los docentes totales es utópico pedir lo que se pide, ya que en parte, el hecho de que sea pública esta universidad y tenga el nivel académico que ostenta, es gracias al modelo de facultad que se decidió llevar a cabo, y eso tiene mucho que ver con contar con docentes ad-honorem. Más allá de lo expuesto, es indudable que un docente debe recibir una paga digna por su labor, pero si mezclamos eso con la causa del edificio, complicamos nuestro propio reclamo.
2º: No me parece que sea importante mudarnos a un edificio único, no hay ninguna razón para pensar que encontraremos ahí algo que no tengamos en Ramos Mejía. Si se da la posibilidad de tener un nuevo edificio, bienvenido sea, pero con contar con aulas decentes y docentes ,en Ramos Mejía, creo que es suficiente para poder estudiar.
3º: Entre las razones para pasarnos a un edificio único recuerdo haber leído la posibilidad de que chicos de políticas puedan salir con chicas de trabajo social, y son estas cosas las que hacen dudar de lo que realmente queremos reclamar, o si es sólo una cuestión de embanderarse atrás de un reclamo sin saber realmente a qué apuntamos, o simplemente perder el tiempo, o ganar terreno político como hace la conducción del centro de estudiantes, que se divierte tocando el bombo y cantando en las asambleas para promover la prohibición de otras agrupaciones de participar de las mismas, en las cuales se decidieron las tomas; y apropósito habría que preguntarse porqué un partido que no tiene representación a nivel nacional, ni en la facultad ni de ningún tipo, está manejando el negocio de fotocopias del centro de estudiantes y sacando ese dinero de Sociales para intereses partidarios y personales; pero eso ya es otra cuestión para analizar, y como sostiene este texto, no hay que mezclar las cosas…